No es lo mismo pagar 20 dólares por diez canciones (de las que nos gustan solo dos) que pagar dos dólares por cada canción que queremos comprar.
Si es así de claro y como diría Orihuela ¿Por qué tengo que pagar por la sección MiHogar de un diario de domingo si no me interesa? ¿Por qué tengo que pagar por los capítulos 2, 3 y sgntes de un libro que ya no quiero leer?
Quizá porque hubiese sido un caos imprimir y distribuir secciones a medidas.
Pero en tiempos del eBook y el iPad, esto debería ser posible. Y aunque no lo crean, estoy hablando de publicidad.
La segmentación por secciones de los periódicos aún es salvaje. ¿Por qué el partido Inter – Barcelona aparece en Deportes? ¿No es también Internacionales, Italia, España, Barcelona, Barza, Fútbol, Messi y demás?
¿Y no es el Barza una marca?
Creo que la manera cómo consumimos está cambiando demasiado rápido (véase la tienda iTunes) y el product placement o anuncios implícitos en las películas de pronto se pueden trasladar a la literatura. Creo que la gente no debe pagar por aquello que no quiere (por el bien de los árboles) y creo que la tecnología para hacerlo ya es posible. Excepto por un detalle:
Los productores de contenido (ahora sí hablo de periódicos) deberían producir más y mejor información super hiper ultra especializada. O al menos referenciarla. Además, de mantener los temas de interés general. Las marcas ya lo hacen en la sección News de sus páginas web y yo, que soy fanático de Ferrari, valoro ese contenido.
Hasta allí los hechos. Lo que sigue no son lectores RSS, sindicación o soluciones maravillosas que el común de la gente no entiende. Creo que lo que sigue son equivalencias al Facebook, multimediales y financiadas (es un facilismo) por la publicidad aunque, sospecho, debe tratarse de una publicidad también reinventada (eso ya no es facilismo, pero sí otro tema)